La mamba negra (Dendroaspis polylepis) es una serpiente que pertenece a la familia Elapidae, lo que significa que se encuentra en la categoría de las serpientes altamente venenosas y es la serpiente más venenosa de África.
Su nombre no se debe al color de su piel, que suele ser verde oliva o gris, sino al negro azulado del interior de su boca, que abren cuando se sienten amenazadas, también es llamada mamba marrón meridional, mamba de boca negra o Swart mamba.
Es un ofidio inquieto, ágil, veloz, impredecible y letalmente venenoso que, cuando se siente amenazado, puede resultar muy agresivo y añadiendo su mordedura que es letal, a la mamba negra se le ha otorgado la pérdida de numerosas vidas humanas. Por todo ello, y aunque no es la serpiente más venenosa del mundo, si es la serpiente más venenosa de África y considera sin discusión la serpiente más letal del planeta.
Considerada como la serpiente venenosa más larga de África y también se encuentran entre las serpientes más rápidas del mundo, capaz de deslizarse a 20 kilómetros por hora. La mamba negra vive en las sabanas y las colinas rocosas del sur y el este de África. Residen en huecos hechos por insectos, madrigueras abandonadas y entre las grietas de las rocas.
La mamba negra no tiene ningún estado de conservación especial. Sin embargo, la invasión de su territorio, además de presionar a la especie, contribuye a que aumenten los encuentros potencialmente peligrosos entre el ser humano y estas serpientes.
Especies de mamba
Las otras especies de mamba son más pequeñas y ligeramente menos venenosas que la mamba negra, aunque todavía son muy venenosas. Estas serpientes son todas de color verde brillante. Son especies arbóreas, que residen en los árboles. Se sabe que caen de las ramas sobre sus presas y son serpientes solitarias.
La mamba verde occidental (Dendroaspis viridis) y mamba verde del este (Dendroaspis angusticeps)
Descripción de la mamba negra
La mamba negra es la serpiente más grande de África, los ejemplares adulto tienen una longitud media de 2.5 metros (8.2 pies) y puede alcanzar una longitud de 4.5 metro (14 pies). La cabeza es grande, estrecha y alargada y su dorso es de color crema a veces mezclada con verde o amarillo.
El color azul oscuro o totalmente negro que se observa en el interior de su cavidad bucal es por lo que recibe su nombre: mamba negra o mamba de boca negra. Su piel puede variar desde el color verde hasta el gris.
Es una de las serpientes más rápidas del mundo, capaz de moverse de 16 a 20 km/h. Sin embargo, utiliza esta velocidad para escapar del peligro. Pesa en promedio 1,6 kilogramos y viven aproximadamente 11 años.
La mamba marrón meridional es una serpiente diurna y altamente territorial y puede ser muy agresiva si se siente amenazada. Cuando esta acorralada, alza la cabeza tan alto como le sea posible, a veces a una altura equivalente a un tercio de su cuerpo, despliega un capuchón como el de las cobras, abre su negra boca y sisea. La mamba no ataca una vez, sino muchas dependiendo de la persistencia del reival; inyectando en cada ocasión grandes cantidades de una potente toxina que afecta al sistema nervioso y al corazón.
Comportamiento de la marrón meridional
La mamba marrón meridional como la mayoría de las serpientes, es tímida y resguardada por naturaleza evitando las a amenazas, además, es ágil y puede moverse rápidamente y a menudo impredecible.
Si se siente amenazada, no duda en enfrentarse erguida ante su invasor, mostrando su boca negra y chasqueando la lengua. Al erguirse pueden expandir la extensión de su cuello formando una capucha como lo hacen las cobras. Sin embargo, el cuello de la mamba, es más estrecho que el de una cobra típica. Esta actitud defensiva puede estar acompañada por un siseo audible.
En la manifestación de la amenaza la mamba puede iniciar una serie de ataques rápidos que provocan un envenenamiento severo ante cualquier movimiento repentino por parte del invasor. Además, el tamaño de la mamba negra, junto con su capacidad para erguirse desde el suelo, le permiten estirar hasta un 40% de su longitud corporal hacia arriba, por lo que su mordedura en los seres humanos a menudo se produce en la parte superior del cuerpo.
Las mambas negras pasan la noche en agujeros en el suelo, usualmente en madrigueras en desuso o escondidas en lo profundo entre rocas caídas o madera.
Como todos los reptiles, la serpiente mamba negra es de sangre fría y depende del calor externo para mantener su temperatura corporal. Por lo tanto, con frecuencia toma el sol durante el día, sin embargo, durante el verano, la serpiente puede verse obligada a refugiarse en su madriguera si hace demasiado calor.
Hábitat de la mamba boca negra
La mamba boca negra se adapta una gran cantidad de terreno que va desde sabanas y bosques, tierras de cultivo hasta laderas rocosas y selvas. En general esta especie prefiere ambientes moderadamente secos, afloramientos rocosos y sabanas o desiertos semiáridos.
Este reptil es nativo de África, se encuentra en el sur y el este del continente africano en países como la República Democrática del Congo, Etiopía, Zambia, Uganda, Malaui, Tanzania, Mozambique, Kenia.
La mamba negra en condiciones normales se encuentra a altitudes inferiores a 1.000 metros, aunque su distribución alcanza los 1.800 metros en Kenia y los 1.650 metros en Zambia.
Aunque se le considera terrestre, ocasionalmente puede ser arbórea, especialmente cuando habita en zonas boscosas. Suelen vivir en áreas con matorrales, termiteros, madrigueras abandonadas y grietas rocosas.
Reproducción de la Swart mamba
La mamba negra se reproduce una vez al año y el apareamiento ocurre a principios de la primavera, necesitan temperaturas cálidas, el tiempo puede variar según la ubicación. Los machos localizan a las hembras siguiendo su rastro de olor.
Al encontrar una compañera potencial, el macho inspecciona a la hembra “olfateando” con su lengua por su cuerpo. El macho realiza la fertilización al introducir el hemipene en la cloaca de la hembra, Después del apareamiento, el macho regresará a su hogar.
Las mambas son ovíparas e iteroparosas. Después de la cópula la hembra pondrá entre 6 y 17 huevos en una madriguera húmeda y cálida. La hembra deja sus huevos y nunca más los ve. Los bebés nacen unos tres meses después y nacen midiendo alrededor de 51 centímetros de largo y son de color verde grisáceo
Durante la temporada de apareamiento los machos compiten en lucha libre por la hembra, sin morderse. Los opositores tratan de someterse mutuamente entrelazando sus cuerpos y levantando la cabeza en alto del suelo.
En la eclosión, las mambas rompen la cáscara de huevo con un diente de huevo y nacen con glándulas de veneno completamente desarrolladas; capaces de infligir una mordedura potencialmente letal minutos después de la eclosión.
Alimentación de la mamba negra
Las mambas negras se alimentan de pequeños mamíferos, aves, lagartos. Durante la noche retornan a su misma guarida. Es principalmente un depredador de emboscada. Caza principalmente por la vista y al hacerlo, levanta gran parte de su longitud sobre la tierra.
Después de morder a su presa, las mambas negras se esperan a que mueran. El veneno es tan poderoso que puede matar a sus víctimas en segundos. Las mambas negras devoran su comida entera, sin masticar. Pueden abrir su boca hasta cuatro veces el tamaño de su cabeza y hasta llegan a dislocar su mandíbula inferior para poder tragar más comida. La mamba negra tiene un potente sistema digestivo y puede digerir presas medianas en ocho horas.
Veneno y toxicidad
Las serpientes mamba negra se encuentran entre las serpientes más venenosas del mundo. El veneno de mamba negra contiene neurotoxinas potentes de acción rápida (altera la actividad normal del sistema nervioso) y cardiotoxinas (causa daño al músculo cardíaco), incluida la calciseptina.
Su mordedura inyecta cerca de 100 mg de veneno dendrotoxina, siendo la cantidad mortal para un hombre adulto entre 10 y 15 mg.
Al cazar animales pequeños los muerde una sola vez y retrocede, esperando que la neurotóxina de su veneno haga efecto y paralice a la presa. La muerte se produce por sofocación, como resultado de la parálisis de los músculos respiratorios.
A pesar de que su potente veneno no es el más tóxico, la gran cantidad que inyecta en una mordedura, su agresividad y la rapidez de su ataque, la convierten en la segunda serpiente más peligrosa del mundo después de la taipán (Oxyuranus scutellatus). Pero es considerada la serpiente más peligrosa del mundo.
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